Nuevo trabajo de investigación en el que participan varios investigadores de la Red sobre la especificidad de la dinámica del nitrógeno en las regiones semiáridas (como la Mediterránea) y como el manejo de este nutriente en estas condiciones requiere un especial cuidado con el agua disponible para mejorar la sostenibilidad.
En todo el mundo, los sistemas de cultivo mediterráneos se enfrentan al complejo desafío de producir suficientes alimentos de alta calidad preservando la cantidad y calidad del agua escasa para las personas y la agricultura en el contexto del cambio climático. Si bien una buena gestión del nitrógeno (N) es fundamental para lograr este objetivo, las estrategias eficientes desarrolladas para los sistemas templados a menudo no se adaptan a las especificidades de los sistemas mediterráneos. En este trabajo, se combinan datos originales con una revisión exhaustiva de la literatura para resaltar los impulsores más relevantes de la dinámica del N en estos sistemas semiáridos. Para ello, se proporciona un análisis a escalas anidadas combinando un enfoque de «bottom-up» desde la escala de campo, con un enfoque de «top-down» considerando el sistema agroalimentario donde se insertan los sistemas de cultivo. Se analizan los cambios estructurales en los sistemas agroalimentarios que afectan el N total que ingresa al territorio, la respuesta de los rendimientos a la disponibilidad de N en condiciones de secano y regadío en un gradiente de precipitación, la interacción entre el manejo del N y la adaptación al cambio climático, los principales impulsores que afectan la liberación de compuestos de N (nitrato, amoniaco, óxido nítrico y óxido nitroso) en comparación con los sistemas templados y, finalmente, el comportamiento del N una vez exportado a redes fluviales altamente reguladas. Con esto, se concluye que la gestión sostenible del N en los sistemas de cultivo mediterráneos requiere la adaptación específica de las prácticas a las características agroambientales locales particulares con especial énfasis en la disponibilidad de agua para los sistemas de secano y regadío. Este enfoque también debe incluir un análisis sistémico de la entrada de N en el territorio que es impulsado por la configuración del sistema agroalimentario.
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